Con la escala reveladora de algunas transacciones de transporte en las que estamos implicados, quizá pensemos que una vez hecho el trato, la emoción se ha terminado y el activo simplemente funciona. Pero los nuevos propietarios de la infraestructura ahora encontrarán gastos significativos durante la vigencia del contrato, garantizando que el activo siga dando el rendimiento requerido y esté en condiciones de ser devuelto al final de la concesión.
Al planificar este gasto, los operadores afrontarán decisiones importantes acerca de cómo gestionar su activo: es decir, cómo programan el trabajo y priorizan sus decisiones de inversión. Algunas preguntas que deben hacerse son:
¿Gastamos nuestro dinero con eficacia? ¿Se debería priorizar de forma diferente? ¿Cómo mantenemos el activo con un coste mínimo sin ignorar los objetivos de rendimiento? ¿Cómo debería cambiar la asignación del presupuesto de mantenimiento con el tiempo?
En términos muy generales, pueden seguir tres estrategias diferentes. Pueden:
Gastar y ahorrar: dejar el activo en tales condiciones en un principio que no sean necesarios más gastos.
Gastar poco y a menudo: hacer intervenciones más pequeñas pero frecuentes con el objetivo de mantener la condición del activo estable.
Agotar y sustituir: lo opuesto de gastar y ahorrar, ignorar el mantenimiento hasta que se ofrezca un nivel de servicio inaceptable y entonces invertir hasta lograr un nivel adecuado.
Una combinación de lo anterior.
Utilizando sus amplios conocimientos acerca de la demanda de activos y sus características y evolución con el tiempo como base, Steer Davies Gleave ha desarrollado una herramienta de gestión de activos “vertical” que puede ayudar a los propietarios de activos a optimizar sus estrategias de mantenimiento. La herramienta aplica principios de dinámica de sistemas para modelar la conducta de sistemas complejos a lo largo del tiempo, utilizando una serie de bucles de retroalimentación y considerando variables externas y limitaciones que afecten al sistema. El modelo se puede utilizar a nivel estratégico para optimizar el uso del capital y el gasto operativo durante la vida útil de los activos.
Dado un conjunto de condiciones iniciales, el modelo puede simular el desempeño del sistema a lo largo del tiempo, informando de las condiciones operativas, los diversos tipos de gasto y los recargos de penalización incurridos. Se puede hacer cambios en los supuestos y los valores de datos para repetir el modelo y comparar los resultados.
Como herramienta de gestión, el modelo puede ayudar a optimizar el patrón de gasto de forma que se pueda minimizar costes y los riesgos de incumplimiento contractual y recargos de penalización. Para ello, funciona en ciclos repetidos buscando a través de muchos patrones diferentes de gasto dentro de un presupuesto total marcado, en busca de la mezcla que minimice los recargos de penalización. Esto ofrece una manera rápida de ver cómo se puede mejorar la prestación del servicio con un presupuesto marcado.
Esta es otra herramienta que nuestro equipo técnico puede utilizar para dar soporte a los inversores y a sus proveedores de fondos para probar y mejorar los valores de sus activos.